En 1967 los hermanos Lladró adquieren una pequeña fábrica
de porcelana cercana a la ciudad de Valencia (España) y en ella
comienzan a trabajar con los mejores artesanos locales. Es
el nacimiento de un nuevo estilo, para el que se forma a la
plantilla y que da lugar a unas primeras creaciones comercializadas
bajo el nombre de ROSAL. De acuerdo con los estándares actuales,
el modelado de estas figuras puede parecer menos sofisticado,
pero son creaciones rebosantes de encanto e inocencia, características
que han sido muy cuidadas en su desarrollo posterior.
ROSAL desarrollaba unos temas que se mantendrían
con la evolución de la marca: una vida llena de romanticismo
en un tiempo idílico e indefinido.
Con el éxito de la nueva
marca, el siguiente paso llegaría en 1975. La colección
fue renombrada como ZAPHIR y la fábrica fue trasladada a unas
nuevas instalaciones, con amplios talleres diseñados con miras
a un futuro de crecimiento y expansión. Las creaciones de ZAPHIR eran más estilizadas y trataban una mayor variedad de temas,
el resultado natural de la maestría en el trabajo con porcelana
que iban adquiriendo los todavía jóvenes artesanos.
En
Estados Unidos la marca se extendió rápidamente, confirmando
su desembarco internacional, lo que llevó a los hermanos Lladró a
buscar otro nombre comercial y a trabajar para asentarse en
otros países.
NAO debe su nombre a los antiguos veleros de la época colombina,
simbolizando un viaje de vuelta a los orígenes, portando creatividad,
acierto y magia. Así se cumpliría el sueño de los
hermanos, elaborar figuras de porcelana asequibles para todos
los amantes de la belleza.
Hoy en día, el pequeño taller
que compraron los hermanos Lladró es una empresa en la que trabajan
diariamente cientos de artistas, cuyos productos se venden en todo el
mundo.